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dimecres, 25 d’octubre del 2006

¿Quo vadis, Mas?

Tantas contradicciones y errores en una campaña son difíciles de explicar.
El director de campaña de Mas, David Madí, con una indigestión de los métodos americanos de gestión de las campañas electorales esta conduciendo a su candidato por un pedregal.
Buscando eliminar la imagen de heredero de Pujol, ha resuelto “matar al padre”. Escondiendo al anterior President ha conseguido el efecto contrario, distanciarse de un electorado tranquilo de CiU y aparecer como “aquests nois de Barcelona” en la Catalunya interior.
Buscando presentarlo como una persona segura lo ha transformado en prepotente. Ha forzado tanto sus gestos de suficiencia, que ha eliminado todo signo de amabilidad o humildad en el candidato. Ese error parte de su creencia que, mayoritariamente, las personas preferimos que nos manden a que nos gobiernen - que es substancialmente diferente - reflejando autoritarismo o menosprecio hacia de los demás.
Al exagerar la autosuficiencia y agresividad del candidato Mas contra todos, (el DVD contra PSC, ERC i IC y el notario contra el PP) consolida la idea que su rabiosa campaña responde a la frustración del que sabe que no podrá ocupar de nuevo el Gobierno, lo aísla y consigue cerrar mas puertas que ganar votos.
Intentando compaginar el discurso identitario de su nacionalismo conservador con la modernización liberalizadora, han pergeñado una propuesta reaccionaria más, la separación entre buenos y malos inmigrantes.
A los inmigrantes, como a todos, debemos exigirles sus deberes, entre los que está el de cumplir nuestras leyes y reconocerles sus derechos sin “tallados identitarios”. De haberlo hecho en el pasado, hoy no gozaríamos del buen nivel de cohesión social actual.
Por ahí, Madi y sus colegas, llevaran a Mas “de victoria en victoria, hasta la derrota final”.