Inmersos en otros debates, este ha pasado desapercibido. Hace pocos días PSOE y PP llegaban a un acuerdo básico en la comisión del Congreso para desarrollar la ley de soporte a la autonomía personal. Solo CiU y PNV se opusieron.
Con ella se desarrollará el llamado cuarto pilar del estado de bienestar. Se sumará al sistema de derechos sociales español, el que reconoce como un derecho, no como una gracia de los gobiernos, las pensiones, la salud y la educación.
Esta norma aborda los derechos de las personas y las familias que tiene que dar salida a situaciones de dependencia. Las personas mayores o con discapacidades y las familias con menores o con personas cuya autonomía es limitada, son el objetivo de la protección prevista en la ley.
¿Por qué los nacionalistas de CiU se han opuesto?
Sencillamente porque ellos anteponen “su” nación a las personas, las competencias “su” gobierno a los derechos de las personas. No es un problema del nacionalismo, es de CiU. El alma social de ERC le lleva a defender su concepción nacionalista basándola en los derechos de las personas.
Porque el modelo de CiU es el del intervencionismo. Si el Estado reconoce derechos, el gobierno no hace favores, sino que sirve a ciudadanos. Esta ley nos hace más ciudadanos y menos administrados. Esas son las antípodas de la política del “cheque” que defienden Mas y los suyos, donde uno por uno y con el carnet (de identidad, se supone) debemos solicitarles la ayuda.
Porque su obsesión es volver al gobierno. Las propuestas electorales de Mas y los suyos, se basan en la repartidora (de talones) y esa ley le rompe su estrategia.
Ni la dura oposición al Gobierno Zapatero del PP, les hace equivocarse tan estrepitosamente. CiU ha olvidado que primero son las personas, reconociendo así que, para ellos, no lo son.
Con ella se desarrollará el llamado cuarto pilar del estado de bienestar. Se sumará al sistema de derechos sociales español, el que reconoce como un derecho, no como una gracia de los gobiernos, las pensiones, la salud y la educación.
Esta norma aborda los derechos de las personas y las familias que tiene que dar salida a situaciones de dependencia. Las personas mayores o con discapacidades y las familias con menores o con personas cuya autonomía es limitada, son el objetivo de la protección prevista en la ley.
¿Por qué los nacionalistas de CiU se han opuesto?
Sencillamente porque ellos anteponen “su” nación a las personas, las competencias “su” gobierno a los derechos de las personas. No es un problema del nacionalismo, es de CiU. El alma social de ERC le lleva a defender su concepción nacionalista basándola en los derechos de las personas.
Porque el modelo de CiU es el del intervencionismo. Si el Estado reconoce derechos, el gobierno no hace favores, sino que sirve a ciudadanos. Esta ley nos hace más ciudadanos y menos administrados. Esas son las antípodas de la política del “cheque” que defienden Mas y los suyos, donde uno por uno y con el carnet (de identidad, se supone) debemos solicitarles la ayuda.
Porque su obsesión es volver al gobierno. Las propuestas electorales de Mas y los suyos, se basan en la repartidora (de talones) y esa ley le rompe su estrategia.
Ni la dura oposición al Gobierno Zapatero del PP, les hace equivocarse tan estrepitosamente. CiU ha olvidado que primero son las personas, reconociendo así que, para ellos, no lo son.