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dimecres, 27 de setembre del 2006

Y las personas?

Inmersos en otros debates, este ha pasado desapercibido. Hace pocos días PSOE y PP llegaban a un acuerdo básico en la comisión del Congreso para desarrollar la ley de soporte a la autonomía personal. Solo CiU y PNV se opusieron.
Con ella se desarrollará el llamado cuarto pilar del estado de bienestar. Se sumará al sistema de derechos sociales español, el que reconoce como un derecho, no como una gracia de los gobiernos, las pensiones, la salud y la educación.
Esta norma aborda los derechos de las personas y las familias que tiene que dar salida a situaciones de dependencia. Las personas mayores o con discapacidades y las familias con menores o con personas cuya autonomía es limitada, son el objetivo de la protección prevista en la ley.
¿Por qué los nacionalistas de CiU se han opuesto?
Sencillamente porque ellos anteponen “su” nación a las personas, las competencias “su” gobierno a los derechos de las personas. No es un problema del nacionalismo, es de CiU. El alma social de ERC le lleva a defender su concepción nacionalista basándola en los derechos de las personas.
Porque el modelo de CiU es el del intervencionismo. Si el Estado reconoce derechos, el gobierno no hace favores, sino que sirve a ciudadanos. Esta ley nos hace más ciudadanos y menos administrados. Esas son las antípodas de la política del “cheque” que defienden Mas y los suyos, donde uno por uno y con el carnet (de identidad, se supone) debemos solicitarles la ayuda.
Porque su obsesión es volver al gobierno. Las propuestas electorales de Mas y los suyos, se basan en la repartidora (de talones) y esa ley le rompe su estrategia.
Ni la dura oposición al Gobierno Zapatero del PP, les hace equivocarse tan estrepitosamente. CiU ha olvidado que primero son las personas, reconociendo así que, para ellos, no lo son.

dimecres, 20 de setembre del 2006

¿Trilingües?

Hace pocos días, Mas y los suyos, lanzaron un globo sonda electoral. Para promocionar el conocimiento del ingles proponían desgravar los costes de su aprendizaje. Lo minoritario, ineficaz e injusto de la propuesta es tan evidente que se han apresurado a esconderla detrás de otra nueva propuesta. Ahora proponen destinar un canal de Televisión de Catalunya para una programación, hecha en inglés, pero protestaban del “exceso de castellano” de Buenafuente en TV3.
Estoy convencido que nuestra sociedad y nuestra economía, para vivir en este mundo cada vez más global, necesita que las personas que vivan y trabajen en Catalunya dominen una lengua extranjera, especialmente el ingles.
Pero, aunque suene a perogrullada, para llegar a trilingües, primero hay que ser bilingües. Eso aquí es conocer el catalán y el castellano.
En este tema, si no queremos abrir debates estériles y enfrentamientos inútiles, los nacionalistas de uno y otro signo deben renunciar a promocionar su bilingüismo, cada uno el suyo. Un bilingüismo coincidente en considerar como segunda lengua, el ingles u otra lengua extranjera, y duramente discrepante sobre cual es la primera, si el castellano o el catalán.
En estos días, en que se cuestiona si Elvira Lindo debe hacer el pregón de las fiestas de Barcelona, porque lo hará en su lengua, el castellano, o que se le monta un escándalo a Eto’o, el camerunés máximo goleador del Barça, por pedir, en Santander, que le formularan una pregunta en castellano, el nacionalismo catalán debe reflexionar como sirve mejor a esta sociedad. Con globos sonda o con realismo.
No es cuestionando la riqueza lingüística que supone el conocimiento y libre uso del castellano o el catalán, como avanzaremos. Si queremos llegar a trilingües no menosprecien que la mayoría somos y queremos ser bilingües.

dimecres, 13 de setembre del 2006

Dura y diferente

La campaña electoral será dura y diferente.
Esta era la impresión mayoritaria en la recepción del 11 de Setiembre en el Parlament.
Dura y diferente, por la renovación de los dirigentes políticos.
Las personas que protagonizaron el proceso de recuperación y construcción del sistema democrático y estatutario ya no estarán al frente de las formaciones que compiten.
Con ellas, se retiran de escena un tipo de relaciones personales forjadas en la lucha antifranquista, que fueron necesarias y útiles y que, por sus formas, han dado lugar a ver Catalunya como un oasis.
Dura y diferente, por el nivel de autoexigencia y necesidad de cada formación. Todos, o casi todos, se juegan mucho.
CiU busca volver al Govern, como sea. Su dulce derrota, o amarga victoria, les ha tenido tres años en la oposición. No ha hecho grandes cambios, pero la perspectiva de crisis que abrirían siete años en ese banquillo, es un acicate para ir a por todas.
El PSC ha iniciado un proceso de renovación generacional de sus dirigentes, que necesita verse acompañado con la continuidad del proceso de renovación de la política que ha impulsado desde el Govern.
ERC, tras el error del no al Estatut, no puede presentarse con un resultado muy negativo, sin correr el riesgo de repetir otra vez el ciclo “depurador” que ejecuta cada 10 años.
El PP ha de obtener un resultado presentable. En caso contrario, el análisis de la dirección nacional, no será que el retroceso es debido a lo inadecuado de la estrategia impuesta sino al equivocado y “non nato” giro catalanista. Y las consecuencias, funestas para el equipo de aquí.
Dura y diferente, por las prioridades que aparecen.
No hay peligros de involución estatutaria, a la vista o creíbles. El Estatut es una herramienta a desarrollar, no un ideal a conseguir. El vector nacional no es el prioritario y el modelo social y de sociedad gana protagonismo. En esta Diada, la reivindicación laboral desplazo a la independentista.
Eso descoloca a los nacionalistas. El terreno se les achica y la competencia se les hace más dura.
Dureza no es sinónimo de negativo, si el fondo del debate gana a la forma.
Propuestas, argumentos y firmeza, sí. Bronca, no gracias.

dimecres, 6 de setembre del 2006

Percepciones

La misa de despedida a Guillermo Bueno, Presidente de Honor de la Unió Patronal Metalúrgica, reunió a familiares, amigos, empresarios, sindicalistas y políticos. Algunos teníamos más de una condición, a la vez. Aunque cada uno de los presente podíamos tener una percepción diferente, todos coincidíamos que Guillermo siempre hizo honor a su apellido, fue un hombre bueno.
La capacidad de congregar personas tan diferentes es el reflejo de ese mérito.
Desde que Platón formuló el mito de la caverna, afirmar que la percepción de las cosas no siempre coincide con la cosa en si, no es una idea original.
Hoy trabajan en Catalunya más personas que nunca, pero el paro continua siendo percibido como el primer problema social. El exceso de temporalidad o la precariedad de las condiciones laborales explican esa percepción.
La inmigración colabora en el crecimiento económico, que sostiene nuestro sistema de protección social, pero se perciben como un problema.
La industria en Catalunya se recupera, crea empleo y riqueza pero el único fenómeno que se percibe es la deslocalización.
Las listas de espera en la sanidad pública se han reducido, pero la percepción no le acompaña.
El sistema educativo mejora en base al compromiso de toda la comunidad educativa y un fuerte esfuerzo presupuestario, pero las respuestas a un crecimiento no planificado parece desmentirlo. La atención a nuestro medio ambiente crece, pero la modificación de lo que podemos hacer para seguir viviendo de él y en él, parece cuestionarlo.
Que la realidad es poliédrica y hay percepciones diferentes, es bueno.
Para progresar necesitamos personas, que respetando la diversidad, construyan coincidencias básicas mediante propuestas concretas e ilusionantes, que no ilusas.
Inútilmente los espectadores de un debate político televisado, hace dos días, intentaron reconducirlo mediante sms. La fuerza de distorsión del “cotilleo político” que exhibió Madi (CiU), arrastró al moderador y a los demás. Tenia razón Zaragoza (PSC). Con esos mensajes la política se percibe más lejana.
Necesitamos más propuestas y menos chafarderías y proximidad a las personas.