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dimecres, 24 de maig del 2006

Primero, lo primero

En Catalunya, hoy, lo primero es el referéndum del Estatut. Empezar por el principio, parece lo más evidente. Pero en política utilizar la lógica no siempre es lo habitual. Dentro de cuatro semanas ratificaremos, o no, la propuesta de Estatut que han aprobado las Cortes Generales. ¿Tan ilógico es destinar ese tiempo a conocer y discutir la norma que nos regirá en el futuro?.
Ha llegado la hora de la ciudadanía. Finalizada la tramitación parlamentaria, primero en el Parlament y luego en el Congreso y Senado, nos corresponde a los personas con derecho a voto, que vivimos en Catalunya, emitir el veredicto.
El próximo 18 de Junio frente a las urnas, armados con una simple y democrática papeleta, podremos rubricar el nuevo pacto.
El pacto de ciudadanía que actualizará aquel que hicimos hace mas de 25 años y para ponerlo al día. No porque haya fracasado, sino por todo lo contrario, porque ha tenido éxito. Ya que gracias a él, hoy la sociedad catalana es mejor y muy diferente a aquella.
El pacto entre nosotros, que establecerá los derechos y obligaciones que nos reconocemos mutuamente y que deben hacer nuestras instituciones públicas para garantizarlos. Lo que nuestros conservadores critican por intervencionista es que decidamos libremente.
El acuerdo bilateral entre Catalunya y España - porque así lo dispone la Constitución Española - que redefine el reparto de las responsabilidades, y recursos. Que no rompe España, como afirma el PP. Que actualiza la solidaridad con los ciudadanos que los más lo necesitan de aquí y del resto de España.
Si eso es así. Y lo es. ¿Porqué les resulta tan difícil a algunos de nuestros responsables políticos actuar de forma responsable? ¿Porqué se obsesionan en discutir sobre las elecciones y candidatos? ¿Porqué que no se centran en explicar lo primero?
"Las cosas de la política" no siempre tienen que ver con "la política de las cosas", pero no tiene porque ser así.
Si en cuatro semanas confirmaremos nuestros próximos cuatro quinquenios, resulta lógico posponer, para después, quien gobernará los próximos cuatro años.
Lo primero, es lo primero. Y ahora lo que toca es el Estatut.