Vuelve Septiembre. Comienza el curso. Este mes se parece casi más al principio del año que casi el mismo Enero. Muchas cosas empiezan y también nos proponemos nuevas metas (adelgazar, estudiar, tratar de conseguir algo, etc...), algunos de estos propósitos son tan voluntaristas que no pasan de la primera semana.
Comienza el curso escolar. De nuevo los libros, las batas, el material escolar, el golpe a las maltrechas economías domésticas, después del paréntesis veraniego, o quizás por el paréntesis veraniego. Y sobre todo el reto de aprobar al final de curso.
Es mas una sensación que una realidad, porque los problemas que quedaron aparcados, cuando empezó este periodo, siguen ahí. Nos han esperado, pacientemente. La desconexión estival y el relajo vacacional crean ese espejismo, nos hacen creer lo contrario. Pero siguen ahí.
El curso político también empieza. Y como a los demás los problemas que dejaron, al irse de vacaciones, siguen ahí. Algunos empiezan incluso a tener tintes más preocupante.
Enderezar la situación económica y afrontar la negociación del sistema de financiación, son las dos materias hay que aprobar este curso.
En Cataluña, la inflación es más alta que en resto de España y este el mes de julio en Cataluña ha crecido el paro mientras que en el resto continuaba bajando ¡Y el gobierno de vacaciones¡, sin decir ni pió. Claro que, a fuerza de ser sincero, casi ni se nota porque ya lleva mucho tiempo sin fuelle, ni marcha.
Ese crecimiento hace que el poder adquisitivo de los menos fuertes (parados, pensionistas, asalariados) se resienten negativamente, pero también la competitividad del país. ¿Qué hará para reconducir la economía, por la vía de un crecimiento sano?. Tampoco hay respuesta ni propuesta por parte del Gobierno Pujol.
Cataluña ha crecido económicamente por debajo de la media española estos últimos cuatro años. Todavía no nos hemos “pateado” la ventaja que tuvimos en los seis años anteriores, pero si se empeñan lo conseguirán. Para evitarlo tienen que gobernar y gobernar bien, y no lo que esta haciendo el President Pujol, que es “okupar” el poder y agotar su tiempo de prorroga. Quizás por eso le molesta que la oposición le recordemos sus deberes cuando le decimos: “Gobierne, Sr. Pujol”
Este curso, se debe renegociar el sistema de financiación de las comunidades autónomas para el próximo periodo de 5 años. El dinero que tendrá la Generalitat para atender a las necesidades de las personas. Por eso es importante, que se haga bien. La salud, la educación, el bienestar social, el trabajo, las carreteras, los transportes públicos dependen también de esos recursos.
Hace cuatro años, cuando Pujol todavía podía condicionar a Aznar, con los acuerdos del Hotel Majestic hizo un mal negocio, que hemos pagado entre todos. Hoy el gobierno de Pujol es más débil. Se aguanta gracias al apoyo parlamentario del PP aquí, tiene que negociar con él y allí Aznar no lo necesita.
Ya hizo la prueba de negociar en solitario y le salió, y no salió, mal. Ahora esta en peores condiciones, por eso el PSC ha ofrecido un pacto en Cataluña entre el máximo de fuerzas políticas que suponga defender conjuntamente un modelo de financiación autonómico aplicable a todas las comunidades, solidario en la que se pague por nivel de renta y se reciba por personas, basado en la participación en una “cesta de impuestos” y que se corresponsabilice en la gestión de los impuestos.
Esta es la lógica actitud en un partido, que los escaños alcanzados han situado en la oposición, pero que aspira a gobernar Cataluña y espera que no le dejen unas finanzas endeudadas y mal dotadas que le hipotequen la capacidad de hacer políticas dirigidas a las personas.
Solo se han oído del Gobierno de CiU, tres respuestas. Una de Pujol - realmente patética - dirigida al PP: “si me castigáis mucho, ganaran los socialistas”. Otra del delfín Mas que ya ha decidido aceptar la propuesta Zaplana, del PP, como base de negociación. Y una tercera, esta generalizada, que dice algo así como: “no se entiende que los socialistas hagan propuestas constructivas y no renuncien a hacer oposición”.
¡Vamos “finos” con estos negociadores!.
Por el bien de todos me gustaría que el Govern de la Generalitat aprobara este curso. Aunque me temo que al final nos hará suspender a todos. ¡Ojalá me equivoque!.
Comienza el curso escolar. De nuevo los libros, las batas, el material escolar, el golpe a las maltrechas economías domésticas, después del paréntesis veraniego, o quizás por el paréntesis veraniego. Y sobre todo el reto de aprobar al final de curso.
Es mas una sensación que una realidad, porque los problemas que quedaron aparcados, cuando empezó este periodo, siguen ahí. Nos han esperado, pacientemente. La desconexión estival y el relajo vacacional crean ese espejismo, nos hacen creer lo contrario. Pero siguen ahí.
El curso político también empieza. Y como a los demás los problemas que dejaron, al irse de vacaciones, siguen ahí. Algunos empiezan incluso a tener tintes más preocupante.
Enderezar la situación económica y afrontar la negociación del sistema de financiación, son las dos materias hay que aprobar este curso.
En Cataluña, la inflación es más alta que en resto de España y este el mes de julio en Cataluña ha crecido el paro mientras que en el resto continuaba bajando ¡Y el gobierno de vacaciones¡, sin decir ni pió. Claro que, a fuerza de ser sincero, casi ni se nota porque ya lleva mucho tiempo sin fuelle, ni marcha.
Ese crecimiento hace que el poder adquisitivo de los menos fuertes (parados, pensionistas, asalariados) se resienten negativamente, pero también la competitividad del país. ¿Qué hará para reconducir la economía, por la vía de un crecimiento sano?. Tampoco hay respuesta ni propuesta por parte del Gobierno Pujol.
Cataluña ha crecido económicamente por debajo de la media española estos últimos cuatro años. Todavía no nos hemos “pateado” la ventaja que tuvimos en los seis años anteriores, pero si se empeñan lo conseguirán. Para evitarlo tienen que gobernar y gobernar bien, y no lo que esta haciendo el President Pujol, que es “okupar” el poder y agotar su tiempo de prorroga. Quizás por eso le molesta que la oposición le recordemos sus deberes cuando le decimos: “Gobierne, Sr. Pujol”
Este curso, se debe renegociar el sistema de financiación de las comunidades autónomas para el próximo periodo de 5 años. El dinero que tendrá la Generalitat para atender a las necesidades de las personas. Por eso es importante, que se haga bien. La salud, la educación, el bienestar social, el trabajo, las carreteras, los transportes públicos dependen también de esos recursos.
Hace cuatro años, cuando Pujol todavía podía condicionar a Aznar, con los acuerdos del Hotel Majestic hizo un mal negocio, que hemos pagado entre todos. Hoy el gobierno de Pujol es más débil. Se aguanta gracias al apoyo parlamentario del PP aquí, tiene que negociar con él y allí Aznar no lo necesita.
Ya hizo la prueba de negociar en solitario y le salió, y no salió, mal. Ahora esta en peores condiciones, por eso el PSC ha ofrecido un pacto en Cataluña entre el máximo de fuerzas políticas que suponga defender conjuntamente un modelo de financiación autonómico aplicable a todas las comunidades, solidario en la que se pague por nivel de renta y se reciba por personas, basado en la participación en una “cesta de impuestos” y que se corresponsabilice en la gestión de los impuestos.
Esta es la lógica actitud en un partido, que los escaños alcanzados han situado en la oposición, pero que aspira a gobernar Cataluña y espera que no le dejen unas finanzas endeudadas y mal dotadas que le hipotequen la capacidad de hacer políticas dirigidas a las personas.
Solo se han oído del Gobierno de CiU, tres respuestas. Una de Pujol - realmente patética - dirigida al PP: “si me castigáis mucho, ganaran los socialistas”. Otra del delfín Mas que ya ha decidido aceptar la propuesta Zaplana, del PP, como base de negociación. Y una tercera, esta generalizada, que dice algo así como: “no se entiende que los socialistas hagan propuestas constructivas y no renuncien a hacer oposición”.
¡Vamos “finos” con estos negociadores!.
Por el bien de todos me gustaría que el Govern de la Generalitat aprobara este curso. Aunque me temo que al final nos hará suspender a todos. ¡Ojalá me equivoque!.
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