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dimecres, 3 de gener del 2007

Dinamitar la paz

La bomba del sábado de ETA, no ha generado desesperanza sino indignación y rabia y nos reafirma a todos los ciudadanos en la contundencia y firmeza democrática como vía hacia la paz.
No solo han dinamitado el alto el fuego permanente, han desperdiciado la gran oportunidad que tenían. Han demostrado, de nuevo, que la violencia es y será inútil. Nunca por ese camino conseguirán nada en una sociedad democrática.
Con este atentado han dado “el paso más equivocado e inútil que podían dar”. ETA y Batasuna salen debilitadas tanto si desgraciadamente –aunque conservemos la esperanza hasta el final- se producen dos victimas mortales, como si nó.
Con su bomba ETA, abandona a los presos de la banda, obliga a De Juana Chaos a abandonar la huelga de hambre si no busca su trágico final, impide que sea legal una fuerza política abertzale que participe en los procesos democráticos, porque nadie, y menos en el País Vasco, les dará apoyo ahora. La izquierda abertzale al no condenar el atentado se ha incapacitado como representante de las aspiraciones políticas de una parte de los ciudadanos vascos.
Salvo que ETA y Batasuna tomen conciencia de su criminal error y actúen en consecuencia, han alejado en el tiempo el deseado objetivo de la paz. Cuanto antes sean conscientes que con violencia no hay diálogo mejor para todos.
Mientras tanto, y para que la paz sea posible, todas las fuerzas democráticas deben estar unidas entorno al Gobierno y renunciando a hacer electoralismo con la lucha contra el terrorismo. Los demócratas continuaremos aplicando los instrumentos del Estado de Derecho, la ley, la policía y los jueces. Aunque Rajoy demande volver a él, nunca se ha abandonado. Las detenciones, juicios y sentencias de estos meses, de los que se han quejado los abertzales, así lo demuestran.