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dimecres, 13 de setembre del 2006

Dura y diferente

La campaña electoral será dura y diferente.
Esta era la impresión mayoritaria en la recepción del 11 de Setiembre en el Parlament.
Dura y diferente, por la renovación de los dirigentes políticos.
Las personas que protagonizaron el proceso de recuperación y construcción del sistema democrático y estatutario ya no estarán al frente de las formaciones que compiten.
Con ellas, se retiran de escena un tipo de relaciones personales forjadas en la lucha antifranquista, que fueron necesarias y útiles y que, por sus formas, han dado lugar a ver Catalunya como un oasis.
Dura y diferente, por el nivel de autoexigencia y necesidad de cada formación. Todos, o casi todos, se juegan mucho.
CiU busca volver al Govern, como sea. Su dulce derrota, o amarga victoria, les ha tenido tres años en la oposición. No ha hecho grandes cambios, pero la perspectiva de crisis que abrirían siete años en ese banquillo, es un acicate para ir a por todas.
El PSC ha iniciado un proceso de renovación generacional de sus dirigentes, que necesita verse acompañado con la continuidad del proceso de renovación de la política que ha impulsado desde el Govern.
ERC, tras el error del no al Estatut, no puede presentarse con un resultado muy negativo, sin correr el riesgo de repetir otra vez el ciclo “depurador” que ejecuta cada 10 años.
El PP ha de obtener un resultado presentable. En caso contrario, el análisis de la dirección nacional, no será que el retroceso es debido a lo inadecuado de la estrategia impuesta sino al equivocado y “non nato” giro catalanista. Y las consecuencias, funestas para el equipo de aquí.
Dura y diferente, por las prioridades que aparecen.
No hay peligros de involución estatutaria, a la vista o creíbles. El Estatut es una herramienta a desarrollar, no un ideal a conseguir. El vector nacional no es el prioritario y el modelo social y de sociedad gana protagonismo. En esta Diada, la reivindicación laboral desplazo a la independentista.
Eso descoloca a los nacionalistas. El terreno se les achica y la competencia se les hace más dura.
Dureza no es sinónimo de negativo, si el fondo del debate gana a la forma.
Propuestas, argumentos y firmeza, sí. Bronca, no gracias.